Un viaje inolvidable
[Kristina Noskova]
Mi primer viaje a España.
Ya he visitado bastantes países y he notado que en cada país hay tradición de conocer a la gente nueva, importante o de otro país.
A mí me pasaba muchas veces, me saludaban, regalaban alguna cosa interesante e invitaban a su casa. Cuando vine por primera vez a España a la casa de mis familiares, lo primero que vi al entrar a la casa fueron olivas. No fueron los muebles, paredes o algo más, lo primero que vi fueron las olivas.
Es una tradición muy interesante, regalar las olivas o el aceite de oliva a la persona al conocerse con ella. Antes nunca entendía el sabor de las olivas, me sorprendía la gente a la que gustaban y no entendía cómo pueden comerlas con tanto gusto. Pero ahora, después de visitar tantas veces este país tan maravilloso, descubrí el encanto del este sabor de olivas y ahora solo pienso en otra oportunidad de probar las olivas tan deliciosas.
Además, nuestro camino a la casa de nuestros familiares fue puesto a través del campo de olivos, por eso durante el viaje, desde mi ventana se abría una maravillosa vista a los campos de olivos.
Me quedé tan anonadada ante la belleza y ampliación de los campos de los olivos que decidí pararme un poco y pasear por los campos de olivos un poquito.
Los troncos estaban cubiertos con corteza gris, seca, retorcida. Las ramas eran nudosas y largas. Los árboles me parecían agotados por pasar tanto tiempo bajo el sol tan abrasador.
Paseando por los campos de los olivos pregunté a un trabajador si los olivos estaban bien y si no necesitaban agua, porque me parecían muy agotados por ver sus troncos tan grises y retorcidos y sus ramas tan nudosas. Pero él me contestó que estaban bien y que así se parecían todos los olivos. Esto me sorprendió mucho y seguí el viaje. No solo veía los maravillosos olivos en el campo, sino a lo largo de las calles.
Era tan divertido ir por las calles amplias o estrechitas de España y ver estos olivos. A continuación, sin pensar, inmediatamente fui a una excursión relacionada con olivas. Pues vi muchos otros lugares maravillosos con la vista a los olivos.
Hablando de olivas, durante la excursión conocí mucha información nueva e interesante. Lo primero que me impresionó mucho es que este antiguo cultivo de fruta estaba muy extendido en la sociedad primitiva. Ya entonces en aquel tiempo tan antiguo la gente usaba las propiedades medicinales de olivas. Además, conocí que la rama de olivo es símbolo de la longevidad y la esperanza. Por primera vez, la rama de olivo como símbolo de paz nos la encontramos en escritos antiguos.
El olivo fue considerado inmortal. Gracias a la gran cantidad de cualidades positivas asociadas con la aceituna, la rama de olivo se ha convertido en un símbolo de buenas intenciones entre los diferentes pueblos.
En la antigua Roma, los embajadores de los pueblos conquistados presentaban ramas de olivo a las autoridades romanas como un signo del cese de la resistencia. Fue entregado a los campeones olímpicos de la Antigua Grecia, fue presentado como un signo de reconciliación, fue utilizado en ceremonias de boda.
En el mundo moderno, la rama de olivo se convirtió en un símbolo de paz después del final de la Segunda Guerra Mundial y las primeras pruebas de la bomba atómica. El emblema del Primer Congreso Mundial de Partidarios del Mundo, que se celebró en 1949, fue la figura de una paloma blanca, llevando en su pico una rama de olivo. El escudo de Israel representa la Menorá y está rodeado de ramas de olivo; la aceituna también actúa como símbolo de paz.
De hecho, la aceituna puede ser llamada testigo presencial y testigo vivo de la historia de la civilización humana. La rama de olivo es el símbolo de la victoria. La corona, adornada con ramas de olivo, fue otorgada a los ganadores de los Juegos Olímpicos en la antigua Atenas. Hecho menos conocido: los atletas también dieron jarras de aceite de oliva, luego se valoraron con un peso de oro.
El ramo de oliva es además el símbolo de la fuerza. El olivo es famoso por su madera densa, pesada y fuerte. Fueron desde bastones fabricados de Hércules, hasta el coloso de oliva que Ulises derrota al Cíclope en la Odisea.
Además, la rama de olivo es el símbolo de felicidad y armonía. Sin las coronas de olivo, ninguna boda griega antigua podría hacerse bien o excelente para todos; la novia y el novio siempre deben llevar coronas de color verde oliva en la cabeza o llevar una guirnalda de ramas de olivo en sus manos.
Estos símbolos predijeron la fertilidad de los cónyuges jóvenes y la prosperidad material en su futura familia. Otro punto de vista de la oliva es que el olivo también puede servir de decoración. Como he dicho antes, casi en todos sitios había olivos. No había ningún espacio libre en las calles.
Después del día tan largo, interesante e impresionante, mi familia y yo fuimos al restaurante popular en el cual casi cada plato se hacía con la adición de olivas. Todo lo que ordenamos fue delicioso.
Al volver a casa mi familia y yo estuvimos muy cansados y todos se pusieron a dormir en seguida menos yo, yo no pude dormir. Tantas cosas pasaron durante aquel día,… aún estaba maravillada ante la unicidad del olivo.
Como yo no pude dormir aquella noche, salí de la casa para respirar el aire puro y relajarme. Paseando por la calle, vi a una abuelita que estuvo sentada frente a su casa. Parecía muy vieja y muy sabia.
Me acerqué a ella y le pregunté si no le apetecía algo de comida o bebida, o si no le apetecía un plaid, porque aquella noche en la calle hubo fresquito. Ella contestó con un rechazo, parecía que estaba muy cómoda. Y así empezó nuestra conversación:
–¿Por qué no estás durmiendo?
–Ah, hoy he tenido un día muy bueno, interesante y saturado. Aún estoy maravillada ante la unicidad del olivo, hoy me ha sorprendido otra cosa. Nunca pensaba en propiedades de un olivo, que puede ser útil para nuestra salud y que el olivo representa el amor, la amistad y la paz. ¡Es tan inusual para mí!
–Veo que eres una chica buena y cariñosa. ¿Sabes la historia verdadera del olivo?
–No, cuéntemela por favor. ¡La escucharé con mucho gusto!
–Entonces escucha y recuerda, y en el futuro cuéntales esta historia a tus nietos cuando tengas la misma edad que yo:
“Hace mucho tiempo en una aldea pequeña vivía una mujer preciosa que se llamaba Olivia. Todos eran muy respetuosos con ella y la amaron. Cocinaba increíblemente y trataba a todos con mucho gusto. Además, poseía el don mágico de curar muchas enfermedades. La gente podía venir a su casa no solo para pedir ayuda, sino para pedir un consejo justo y correcto.
Todos los habitantes de esta aldea pequeña vivían feliz y amistosamente, pero una vez su aldea fue atacada por los mauros malvados y crueles y ordenaron a los habitantes de esta aldea pequeña y española que recogieran todo el oro y las joyas que había en el pueblo y que se lo dieran a ellos.
Olivia dijo al mauro principal que los habitantes no tenían ninguna moneda de oro en ninguna casa que había en esta aldea pequeña y que quería mostrarles el oro verdadero que podría hacerles muy ricos, y no con dinero, sino con el alma.
Olivia, con una gran sonrisa en su hermosa carita, fue adelante, diciendo que el oro verdadero de esta aldea eran sus tierras, ella mostró sus grandes y fértiles pastos en los cuales pastaban ovejas, vacas y cerdos, donde los árboles se doblaban bajo el peso de caquis, higos, mandarinas y otras frutas y donde en ríos cristalinos nadaba una gran cantidad de diferentes especies de peces. Pero los mauros no entendieron nada de lo que había dicho Olivia y no vieron ningún trocito de oro.
Los mauros se enfadaron mucho y dijeron que por el hecho de que ella había decidido reírse de ellos, moriría en sus tierras. Olivia solo logró decir tres palabras cuando el cuchillo del mauro principal se clavó en su cuerpo frágil. Estas tres palabras fueron: paz, amor y respeto. Sus últimas tres palabras sonaron como un gran mensaje y deseo para todos y el viento las sopló para los barrios cercanos.
Al día siguiente los habitantes de la aldea se despertaron con el aroma perfumado y vieron que en el sitio donde los mauros habían matado a Olivia estaba creciendo un árbol con flores pequeñitas. De repente en el árbol apareció una paloma blanca y cogió la ramita del árbol.
Voló con ella en el pico de casa a casa dando a la gente el amor, la paz y el respeto para una vida larga e interesante. Después de aquel día no solo la aldea pequeñita nunca fue atacada, sino ninguna aldea donde empezó a crecer este árbol, el olivo, porque después de aquel día todos querían vivir una vida pacífica. Desde aquel momento las olivas se consideran los frutos sagrados.
Nunca olvidaré aquel día.
Cada uno de nosotros, al menos una vez en nuestra vida, vio y probó aceitunas, sabemos que pueden ser de diferentes preparaciones, pero nos olvidamos del árbol en el que crecen.
Simplemente se puede explicar como un tronco cubierto con una costra gris de seco, curvado. Pero, por otro lado, vemos cómo este árbol de humedad seco y afectado por el calor, crece en un suelo malo, luchando por la vida.